
Historia del Athletic …. Unique in the world.
José Ángel Iribar, El Txopo, es una leyenda viva del Athletic Club.
Nació en Zarautz en 1943 y fue portero del Athletic entre 1962 y 1980.
Jugó 614 partidos oficiales, el que más en la historia del club. Ganó dos Copas del Rey (1969 y 1973) y un Trofeo Zamora.
Fue internacional con España en 49 ocasiones. Ganó la Eurocopa de 1964 como portero titular de la selección.
Su apodo, Txopo, hace referencia a su agilidad bajo palos. Elegante, sobrio y seguro, marcó una época en la portería.
Es un ídolo absoluto en Bilbao y símbolo del fútbol vasco. Popularizó el cántico: «Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno».
El 31 de mayo de 1980 tuvo su homenaje en San Mamés.
En su 80 cumpleaños, porteros de Bizkaia vistieron de negro por él.
Se inauguró también una estatua suya junto al estadio.El Athletic publicó Makatza, una novela sobre su infancia.
Iribar sigue colaborando en actos sociales y benéficos. Es admirado por su humildad, respeto y compromiso. Tras retirarse, fue entrenador y miembro del club.
Representa el fútbol de cantera y los valores rojiblancos. Es parte de la historia del Athletic y del fútbol español.
Iribar no es pasado: es presente, ejemplo y leyenda.
Carmelo Cedrún, el guardián de San Mamés
Nacido en Amorebieta en 1930, Carmelo Cedrún creció con un balón siempre cerca. Su destino estaba claro: ser portero. En 1950 debutó con el Athletic Club y pronto se convirtió en el dueño indiscutible de la portería de San Mamés.
Durante catorce temporadas defendió la camiseta rojiblanca en más de 400 partidos. Sus reflejos felinos, valentía y carácter hicieron de él un referente bajo los palos. Fue pieza clave en una época dorada para el club: levantó una Liga (1955/56) y tres Copas (1955, 1956, 1958), siempre con la txapela rojiblanca en alto.
También vistió la camiseta de la selección española en 13 ocasiones, llegando a disputar el Mundial de 1962 en Chile. Tras cerrar su etapa en Bilbao, continuó en el Espanyol y más tarde en el Sabadell, dejando huella en todos los equipos donde jugó.
Su legado no terminó en él: su hijo Andoni Cedrún también se convirtió en un gran portero, especialmente recordado en el Real Zaragoza.
Hoy, Carmelo Cedrún sigue siendo recordado como uno de los grandes guardianes de la historia del Athletic.