
La alegría suele entrar por esa puerta que se te había olvidado cerrar.
La sencillez está en las cosas pequeñas: un café, una tarde tranquila, una conversación sincera.
Lo simple no es aburrido, sino auténtico y lleno de sentido.
Vivir con simplicidad es soltar lo que sobra y valorar lo que realmente importa.
Lo esencial casi siempre es lo más sencillo.